Todo en el mundo está cambiando. Son cambios absolutamente necesarios para preservar el ambiente y por ende la humanidad, por lo que uno de esos cambios desde hace años se viene desarrollando, y que modificará totalmente la manera en que nos movilizamos en los coches, ya que estás máquinas ahora no solo se consigue con motor de combustión, también los hay eléctricos, pero las opciones disponibles realmente llegan a ser muy caras.

Cualquiera quisiera tener un coche eléctrico en estos momentos, pero quienes realmente pueden darse ese gusto no son muchos, y es algo que llama mucho la atención, ya que nos hace preguntarnos, ¿por qué son tan caros los coches eléctricos?

Podríamos pensar que el ser un coche eléctrico reduciría considerablemente el coste de los mismos, pero cuando nos damos cuenta resulta que no es así. Sus precios son más elevados que los vehículos tradicionales, pero es algo que está totalmente justificado, aunque nos cueste aceptar en un principio que es así.

Si quieres saber cuál es la respuesta al planteamiento inicial, continúa leyendo este artículo donde haremos un análisis detallado sobre los coches eléctricos,  y el porqué de sus precios tan elevados en el mercado.

Estudios justifican el precio de los coches eléctricos

Cuando se inicia la producción de cualquier tipo de producto, es normal que los fabricantes tengan que colocar un precio elevado a los mismos, teniendo en cuenta que inicialmente dicha fabricación se hace de forma casi artesanal, debido a que todavía no se automatiza el proceso de fabricación, con piezas únicas creadas para el producto, y todo eso debe ser recuperado por la empresa fabricante.

cargando un coche electrico

Uno de los últimos estudios hechos sobre los coches eléctricos, ha revelado que difícilmente en un corto plazo bajará el precio de estos vehículos, más bien estiman que pueda ser para el 2030 cuanto se podrían encontrar a un precio más asequible.

La compra de un coche eléctrico en estos momentos no es algo que esté entre las prioridades y mucho menos entre las posibilidades de cualquier persona, principalmente por el precio que estos poseen, ya que el más simple que se consigue en el mercado supera los 30.000 euros, algo nada atractivo para quien no tenga disponible una cuenta con varios millones de euros.

Muchas veces los compradores no se detienen a pensar que este tipo de coches requieren de piezas especiales para su funcionamiento, las cuales no las poseen los coches de combustión, lo cual ata de manos a los fabricantes en cuanto a la reducción de sus precios.

Es casi imposible para ellos en estos momentos siquiera pensar en venderlos a precios inferiores.

Componentes fundamentales para que un coche eléctrico funcione

Entre los componentes fundamentales que necesita un coche eléctrico para su funcionamiento se encuentra la batería, que ya de por sí para el fabricante resulta muy cara, restándole así margen a su beneficio.

Solo para conseguir la autonomía de un coche eléctrico se necesita que la batería pueda aguantar 300 kilómetros, y una batería de ese tipo cuesta 4.500 euros, que es mucho más que lo que cuesta una para un motor de combustión.

Todos los fabricantes de este tipo de coches son conscientes de que si realizan una buena inversión para la fabricación en masa de los mismos, pueden reducir en gran medida los costes, y por ende reducir el precio de estos en el mercado, pero la realidad es que mientras que la tecnología utilizada para los vehículos eléctricos no bajen, ellos no harán tal acción.

En el caso de un coche híbrido enchufable, el coste de su batería se reduce a 3.600 euros, que aún es muy elevado, pero que nos da un panorama de por qué no hay coches eléctricos a bajos precios como si los hay de combustión.

Las celdas de las baterías de los coches eléctricos es el principal problema en estos momentos, ya que hoy en día pueden encontrarse en 90 €/kWh, pero dentro de 10 años ese precio podría bajar hasta 68 €/kWh, por lo que el coste añadido de los vehículos enchufables bajaría hasta 2.500 euros, y en el caso de los eléctricos lo haría hasta 1.500 euros.

Se podría decir que todos los fabricantes de coches eléctricos están trabajando en diseños, ideas, distintos modelos de estos vehículos, pero que no están invirtiendo más de su dinero de lo que ya invierten, hasta que no haya una reducción en los costes de la tecnología, que tengan un panorama más claro donde realmente se puedan sentir incentivados para producir en grandes cantidades, sin que eso pueda significar la pérdida de dinero para ellos.

Por todo lo mencionado, es por lo que la única esperanza que se tiene para que los coches eléctricos sean menos caros, es el año 2030, cuando se estima que la producción de estos pueda llegar al 45% y ya en ese punto estarían a un precio menor que los de la actualidad.

Expertos en el área esperan que en el caso de los compactos eléctricos con autonomía de 300 kilómetros, haya una reducción de precios al menos para el 2024, pero también consideran que no serán así para los de alto rendimiento con autonomías superiores a los 600 kilómetros.

Por lo pronto parece no haber solución para conseguir un coche eléctrico a un menor coste, pero al menos ya sabes por qué son tan caros los mismos, y no queda más que esperar a que con el paso del tiempo, o al menos en 2030, estos tengan un precio más asequible.