Existen ciertas ocasiones donde resulta preciso conseguir un dinero extra, ya sea con el fin de iniciar algún proyecto, hacer un viaje e incluso, llevar a cabo diversas reformas, etc., y en numerosos casos, solicitar un préstamo a través de una entidad bancaria podría llegar a suponer una respuesta negativa.

Por eso, una opción a considerar sería acudir a los prestamistas particulares. Pero, ¿Qué son los prestamistas particulares? Aquí explicaremos todo lo que hay que conocer sobre esta alternativa, a fin de poder conseguir el préstamo necesario.

¿En qué consiste los prestamistas particulares?

Los prestamistas particulares se caracterizan por tratarse de personas físicas las cuales se dedican a prestar dinero a otras personas, sin encontrarse reguladas dentro del Banco de España.

Ahora bien, cabe mencionar además que hay diversas clases de prestamistas particulares dependiendo tanto de sus características como de sus condiciones, los cuales son:

Personas particulares

Consiste en personas particulares las cuales se ofrecen para prestar dinero a personas desconocidas. En este caso, el procedimiento suele ser parecido a cuando es algún familiar o amigo quien nos presta dinero, pero con ciertas características específicas.

Y es que como deja ver su nombre, este tipo de prestamistas particulares consisten en individuos que de forma independiente de cualquier entidad financiera, se dedican a ayudar a nivel económico a esas personas que en realidad requieren de cierta cantidad de dinero a fin de poder solventar alguna necesidad e incluso también para quienes desean tener la oportunidad de tomarse unas vacaciones y disfrutar de un tiempo de ocio.

Familiares o amigos

La ley reconoce de igual manera que tanto familiares y amigos como conocidos, tienen la opción de prestar dinero sin ningún tipo de inconvenientes.

Es preciso señalar que esta clase de préstamos se encontrarán amparados por la Ley de Créditos al Consumo y en consecuencia, tendrán que ser declarados en  Hacienda, pese a que se encuentran libres de tributación.

Sin embargo, por lo general, al hablar sobre prestamistas particulares se suele hacer referencia principalmente y de forma más amplia, a las personas desconocidas que suelen prestar dinero, y no tanto a los familiares que pueden hacerlo.

¿Los prestamistas particulares son una alternativa legal?

Los prestamistas particulares sí representan una opción legal, lo cual se debe a que las instituciones privadas de créditos, al igual que los prestamistas particulares, se encuentran regidos bajo la Ley 16/2011 de Crédito al Consumo.

 

Sin embargo, para poder ser considerados legales, es esencial que dichos prestamistas no solo cumplan con las regulaciones vigentes, sino que además sigan los protocolos adecuados.

Asimismo, es preciso ser cuidadosos al momento de recurrir a esta clase de alternativas o entidades no bancarias, dado que al no encontrarse avalados por el Banco de España, los riesgos a los que podrían hacer frente los prestatarios suelen ser mayores que al recurrir a alguna entidad que esté amparada por el regulador.

¿De qué manera funcionan los contratos de préstamo entre particulares?

A fin de lograr efectuar un contrato de préstamo entre particulares, es preciso cumplir con ciertos requisitos y al mismo tiempo disponer de una documentación específica, la cual será requerida a la hora de solicitar el préstamo.

Asimismo, también se requiere la última declaración de la Renta, la cual servirá a manera de justificante sobre los ingresos obtenidos, e incluso podría consistir en una nómina que permita comprobar que el prestatario se encuentra jubilado, etc.

De igual manera es preciso disponer de copias de los recibos, consulta de los listados de ASNEF, informes del Banco de España, e incluso un seguro que compruebe que la propiedad usada como garantía pertenece realmente al prestatario.

Condiciones de los prestamistas particulares

Asimismo, aparte de tener que cumplir con ciertas condiciones y/o documentos, al momento de efectuar el contrato resulta igualmente necesario que los prestatarios sigan ciertos requisitos a fin de que el valor solicitado pueda ser entregado.

En este sentido, será necesario comenzar por tener un inmueble propio o alguno que pueda ser presentado como garantía, de manera que en caso de no pagar, dicho inmueble pasará a estar a nombre del prestamista particular.

Cabe mencionar que ese inmueble podría tratarse de un piso, estudio, apartamento, local comercial, etc., siempre y cuando no cuente con ningún tipo de cargas, lo que significa que debe encontrarse totalmente pagado.

Igualmente, al acudir a los prestamistas particulares será necesario solicitar un precio mayor a los 20.000 euros, ya que de otra forma no será posible solicitarlo.

En la mayor parte de las ocasiones, la cantidad máxima que se pueda solicitar se encuentra estimada de acuerdo al precio del inmueble puesto en garantía, pudiendo alcanzar el 40% del mismo, lo cual supone un coste muy elevado en cualquier sentido.

En cuanto a los intereses, es preciso tener en cuenta que consisten en modelos fijos, lo que quiere decir que no se moverán con el paso del tiempo, y normalmente rondan entre el 10-13%, por lo que se ajustan de menor manera al dinero que los prestatarios deberán pagar mensualmente, siendo más beneficioso en comparación con los bancos, dado que es posible amortizar el préstamo poco a poco al escoger entre cuotas de pagos mensuales, trimestrales o semestrales.