El verano es el momento ideal para lograr conseguir ese bronceado que siempre hemos querido, sin embargo, antes de exponernos al sol es esencial que seamos conscientes de que tenemos que hacerlo de manera responsable, debido a que una excesiva exposición solar podría terminar causando daños en nuestra piel.

Por eso, a través de este artículo queremos enfocarnos en cómo conseguir un mejor bronceado este verano sin dañar nuestra piel.

Recomendaciones para lograr un mejor bronceado durante el verano

Cuando las vacaciones se acercan y llega el verano, es posible que deseemos un buen bronceado, pero no sepamos de qué forma conseguirlo; por eso a continuación ofrecemos algunos consejos efectivos para lograrlo.

Preparar nuestra piel

Es importante que nos aseguremos de preparar nuestra piel días antes de exponerla al sol, para esto es recomendable el uso de pre-bronceadores que ayuden a activar la melanina presente en la piel y al mismo tiempo, prevenir las posibles quemaduras.

limpiar cara

Consumir alimentos con un alto contenido de caroteno y alfacaroteno

La ingesta de alimentos que poseen un elevado aporte de caroteno como las zanahorias y los tomates, al igual que un alto porcentaje de alfacaroteno como el maíz, el kiwi y el brócoli, resulta muy apropiada no solo para optimizar la pigmentación de la piel, sino también para prevenir los posibles daños generados por la exposición a los rayos UV.

Retirar las células muertas de nuestra piel

Resulta importante asegurarnos de retirar las células muertas presentes en nuestra piel antes de exponernos al sol, con el propósito de que  nuestro bronceado pueda mantenerse durante un mayor periodo de tiempo.

Para esto, lo más apropiado suele ser que llevemos a cabo exfoliaciones que nos permitan quitar las células muertas y de esta forma, lograr que la piel se encuentre mucho más receptiva.

En consecuencia, tendremos la oportunidad de lograr un bronceado considerablemente más uniforme.

Usar un bronceador o foto-protector

Para conseguir un mejor bronceado este verano, resulta necesario que nos cercioremos de usar un bronceador o foto-protector, el cual nos ayude a evitar el desarrollo de posibles manchas generadas por el sol, al mismo tiempo que conseguimos un bronceado más atractivo y uniforme.

En este sentido, resulta esencial conocer bien nuestro tipo de piel a fin de escoger el bronceador más adecuado.

antes y despues de una exfolacion

Tomar suplementos orales

Los fotoprotectores orales, que poseen un gran contenido de antioxidantes, ayudan a estimular las defensas de la piel y en consecuencia, fomentan la producción de melanina.

Por eso, el consumo de este tipo de suplementos permite conseguir un bronceado perfecto en tiempo récord, al mismo tiempo que se previene el fotoenvejecimiento de la piel, y se logra una mayor reparación de los tejidos después de exponerlos al sol.

Hidratar nuestra piel,  incluso después de exponernos al sol

Hidratar nuestra piel usando cremas corporales, consumir alimentos hidratantes e incluso beber suficiente agua, es esencial para evitar la insolación, además de poder conseguir un efecto antiinflamatorio, e incluso regenerador para la piel.

Al desear que nuestro bronceado sea mejor y se mantenga durante más tiempo, debemos cerciorarnos de tener una piel bien hidratada, sobre todo mientras nos exponemos al sol a fin de prevenir la deshidratación y conseguir una piel más elástica.

Y tan importante como es hidratar nuestra piel antes de exponerla al sol, también lo será continuar haciéndolo luego de dicha exposición, a fin de que la misma pueda recuperarse de mejor manera y que nuestro bronceado no solo sea más permanente, sino también más uniforme.

Para esto, podemos utilizar nuestra crema diaria habitual, o una loción que incluya aloe vera para lograr refrescar la piel.

Usar protección solar según nuestro tipo de piel

Además del uso de protección solar, es importante asegurarnos que el producto seleccionado sea aptos para nuestro tipo de piel, por ejemplo, si presentamos problemas de acné, lo mejor será optar por productos no comedogénicos, productos de amplio espectro si tenemos piel sensible, entre otros.

Además, independientemente de nuestro color de piel, lo más aconsejable suele ser que utilicemos un protector solar que tenga un factor de protección solar a partir de 15, ya que la idea consiste en broncearnos, sin dañar o quemar nuestra piel, evitando al mismo tiempo el envejecimiento prematuro y/o el desarrollo de ciertas patologías delicadas en la piel, por ejemplo, el cáncer.

Lo mejor será asegurarnos de aplicar estos productos aproximadamente 20 minutos antes de exponernos al sol, de manera que nuestra piel pueda absorberlos y prepararse para hacer frente a los rayos solares.

Además, es conveniente que dispongamos de algún producto especial para el rostro, ya que el mismo es más delicado y sensible, y tiende a quemarse con mayor rapidez, al igual que el pecho y los pies.

Y si bien eso puede variar en cada persona, lo mejor es prestar especial atención a estas partes del cuerpo para conseguir un mejor bronceado, retocando incluso la aplicación del protector en dichas zonas más veces que en las otras partes del cuerpo.

¿Qué momento del día es más apropiado para broncearse?

Al querer disfrutar del sol, es importante que tengamos en cuenta que el mismo suele ser más fuerte durante el tiempo que transcurre entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde; aunque eso no significa que sea recomendable salir de casa solar antes, o después de dicho periodo de tiempo sin usar algún filtro.