La arquitectura presenta cambios en los últimos años, con el objetivo de buscar una mayor eficiencia energética. Hoy día el término “casa pasiva” tiene una mayor importancia por ser una respuesta a esta necesidad de mejorar el consumo de energía en los hogares.

Hay varios aspectos fundamentales a conocer sobre la casa pasiva, cada uno tan importante como el otro, por lo que es imprescindible conocerlos para comprender en totalidad esta tendencia de la arquitectura sostenible Barcelona o en cualquier ciudad de España.

¿Qué se entiende por casa pasiva?

Cuando se habla de casa pasiva, conocida también como construcciones Passivhaus, se hace referencia a la vivienda diseñada siguiendo varios estándares de construcción que tienen como principios una mayor eficiencia energética.

La finalidad de la construcción es que la vivienda sea cómoda y que el consumo de energía diaria sea el menor posible. A través de diferentes estrategias de diseño global, permite reducir hasta el 90% del consumo energético, en comparación con una vivienda normal.

Gracias a esto, la vivienda mantiene un confort interno óptimo, fresco durante el verano, buena ventilación y cálido en el invierno, con un aporte mínimo de energía durante estas temporadas.

Se trata de una vivienda que “funciona por sí sola”, al no requerir de un uso frecuente de calderas o aires acondicionados, todo por el diseño de construcción que siguen.

Principios de una casa pasiva

Para que la construcción de una vivienda se considere pasiva, debe cumplir con varios estándares o principios arquitectónicos. Estos están diseñados y pensados para reducir el consumo energético a lo largo del año.

Entre los principios que conforman una casa pasiva, se encuentran los siguientes.

Aislamiento térmico

En el diseño de una vivienda pasiva, uno de los principios a cumplir es el uso correcto del aislamiento térmico.

Con un excelente aislamiento se protege los espacios interiores de la temperatura exterior, evita que el calor se escape durante el invierno, o que entre excesivamente durante el verano.

Para un buen aislamiento térmico, se hacen uso de muros, cubiertas o cerramientos eficientes, envolviendo la vivienda para que las prestaciones térmicas sean mejores.

Cero puentes térmicos

Otro principio que debe seguir una casa pasiva es no contar con puentes térmicos en su diseño arquitectónico. Los puentes térmicos son estos puntos débiles en la estructura de la vivienda, por los cuales existe pérdida de calor.

Para detectar los puentes térmicos y solucionarlos, se utilizan termografías. Su detección y reparación es de gran importancia para reducir el consumo de energía durante el invierno, donde la pérdida calor aumenta el uso del aire acondicionado.

Ventanas y puertas eficientes

Las ventanas y las puertas tienen una gran importancia en la construcción de una casa pasiva. Por tal motivo, estos elementos tienen que ser de altas prestaciones para garantizar un menor consumo energético en los espacios.

Hay modelos en el mercado que se ajustan a los estándares de una vivienda pasiva, como las de triple acristalamiento y de bajas transmitancias. De igual manera, es fundamental su correcta instalación en toda la vivienda, para evitar las pérdidas de calor que pueden ser muy costosas a largo plazo.

Además, las ventanas y puertas deben orientarse de forma adecuada para que el sol las calientes en la época de invierno, y exista un mejor control sol durante el verano.

Mayor hermeticidad en las estancias

Un principio que debe seguir la construcción de una casa pasiva es la hermeticidad. Abarca los cerramientos de la vivienda, capaces de mejorar y mantener la estanqueidad de la casa.

Gracias a esto, se consigue un efecto de hermeticidad que evitará las pérdidas de calor durante el invierno.

Ventilación mecánica controlada

Una ventilación mecánica controlada es fundamental para una casa pasiva. Esto permite ventilar los espacios, ayudando a recuperar entre el 80% y 90% de la energía que se produce en la vivienda.

Con los métodos, se logra un alto rendimiento en la eficiencia energética. Tampoco hay necesidad de abrir las ventanas para ventilar los espacios y el aire que entra en la casa, se climatiza con el aire que sale del inmueble, evitando que entre y salga el calor.

¿Qué caracteriza a una vivienda pasiva?

Al cumplir con los principios antes mencionados, una casa pasiva cuenta con varias características que resultan beneficiosas para los habitantes del inmueble.

El confort dentro de los espacios es mejor gracias a la climatización óptima y a la buena calidad del aire. Esto permite contar con un ambiente más saludable y agradable que favorezca el bienestar dentro de la vivienda.

También se aprovecha al máximo el calor y la luz del sol, logrando una climatización confortable durante el día. La vivienda contará con elementos que faciliten la entrada del sol y estará ubicada en una posición que permita un rendimiento óptimo del clima dentro de las estancias.

El consumo energético se reduce en gran medida, tanto en calefacción como refrigeración. El porcentaje dependerá del clima original donde se construya la vivienda, siendo entre el 60% y el 80%.

En todo caso, los sistemas y materiales aislantes de calidad garantizan el máximo confort para evitar el uso excesivo de los equipos durante el invierno y el verano. Además, se logra la máxima calificación energética, con un certificado de eficiencia energética A, por lo que se debe pagar mucho menos en la factura de luz.

Una casa pasiva es una excelente inversión para quienes busquen un diseño funcional y confortable, que reduzca el consumo energético en las diferentes temporadas.